MAR DEL PLATA.— Baldosas flojas o ausentes, grafitis, frentes de piedra deteriorados, cajas de conexión eléctrica mal selladas e iluminación precaria. Demasiada precariedad reina sobre la rambla de esta ciudad, la principal postal marplatense, que tras años de deterioro y escaso mantenimiento parece que por fin recibirá obras profundas para su recuperación y puesta en valor.